ITER CALASANZ

» Una propuesta orientada a la misión y el conocimiento de la propia vocación a través de procesos y experiencias integrales «

Siguiendo los pasos de Calasanz

Es la propuesta que las Escuelas Pías de Argentina hacen a los niños y jóvenes que se descubren convocados por el Señor a crecer en comunidad, en la Piedad y las Letras. Así se vuelven protagonistas de su proceso y cooperadores de la acción del Espíritu. Este Itinerario se enmarca en la Propuesta Escolapia de Pastoral y, en especial, en el Itinerario Experiencial de Piedad y Letras que es el corazón de nuestra propuesta.

El Iter Calasanz se expresa en la vivencia de experiencias pastorales y piadosas en un ambiente en el cual se acompaña a niños y jóvenes para que vivan experiencias ricas, integrales y profundas cimentadas en la tradición católica y escolapia a fin de que se vinculen de una manera acorde a su Fe y desplegando todas sus virtudes y capacidades con Dios, los demás y el mundo.

Este itinerario se estructura en dos ejes: la devoción a la Madre de Dios, arraigada en nuestra Orden por el propio San José de Calasanz y el ideal caballeresco propio de la tradición cultural católica.

Bajo la guía de la Virgen María, procuramos ser diligentes para modelar, como Calasanz, las virtudes propias del cristiano en nuestros niños y jóvenes a fin de que sean miembros activos de la Iglesia y Cooperadores de la Verdad que hace libres.

A partir de los 6 años de edad, nuestros alumnos pueden comenzar a transitar este Itinerario que comprende cinco etapas hasta la etapa universitaria (24 años aproximadamente) en ciclos trienales, cada uno con signos y categorías propias adaptados a la edad de los niños y jóvenes que lo transitan.

Aprendices

6 a 8 años

El Aprendiz de la Madre de Dios inicia el camino calasancio. Nuestros niños se incorporan a una comunidad donde encuentran maestros-mentores en el arte de ser cristianos, con el deseo ardiente de comenzar a vivir de a poco como ellos. 

Se experimentan progresivamente pertenecientes a la Virgen María y aprenden junto a ella el camino de las virtudes, de la oración y de la vida sacramental por amor a Cristo, Nuestro Señor.

Servidores

9 a 11 años

Cuando el Aprendiz ha desarrollado sus cualidades y ha crecido en estatura, en sabiduría y en gracia, se le da la posibilidad de dar un paso más: ser Servidor de la Madre de Dios, a imagen de Nuestra Señora, que es la primera y principal servidora del Señor.

Escuderos

12 a 14 años

El paso de la niñez a la preadolescencia en torno al término de la primaria exige un cuidado especial para asegurar la continuidad en el camino del Iter y reforzar la participación con una nueva convocatoria. Los Servidores tienen que volverse Escuderos porque hay una lucha interior y exterior que afrontar y se presenta con fuerza el desafío adolescente de la propia identidad.

Adalides

15 a 17 años

Los Adalides de la Madre de Dios son adolescentes mayores de 15 a 17 años que han dado un paso adelante para seguir a Jesucristo consagrados a su Madre como Calasanz. Dentro del Iter Calasanz son los mayores de la escuela, por lo que tienen una significatividad particular para todos los que siguen detrás. 

Es una etapa marcada por definiciones que encaminan su vida futura: en la fe, en el estilo de vida y en la vocación.

Cooperadores

18 años en adelante

Los Cooperadores de la Madre de Dios son los mayores del Iter Calasanz y generalmente los responsables de acompañar y conducir las etapas previas. 

Está conformado por jóvenes de 18 años en adelante que, habiendo ya concluido su paso por el colegio escolapio, deciden voluntariamente proseguir el camino formativo y la pertenencia a las Escuelas Pías integrados en el Iter Calasanz. Mientras cursan los estudios superiores y se inician en el trabajo y en las relaciones afectivas adultas buscan afianzar seguimiento de Jesucristo, consagrados a su Madre como Calasanz.

Fraternidad de Cooperadores de la Verdad

Adultos

Reúne a jóvenes y adultos católicos que se ayudan mutuamente a darse de todo corazón a Jesucristo y a atraer hacia Él y su Iglesia a los niños y jóvenes, bajo la paternidad de San José de Calasanz. Son laicos integrados por carisma a la Orden de las Escuelas Pías

Los Cooperatores Veritatis, queriendo vivir el amor ardiente e irradiante de Jesucristo, prometen fidelidad a la Virgen María, a Pedro, a Calasanz y a los hermanos de la Fraternidad.
La Fraternidad pertenece a María y prolonga el pacto de perpetua esclavitud que Calasanz selló con ella.