Con esta premisa básica se construyó lo que, originalmente, se conoció como «Educación STEM», por sus siglas en inglés, que se refiere a la formación en las asignaturas de Ciencias (S), Tecnología (T), Ingeniería (E) y Matemáticas (M).
Si bien la conjunción de estos cuatro elementos es inestimable para una correcta formación de los niños y jóvenes de cara a los desafíos del presente y el futuro, adolecen de un elemento tan o más importante para enfrentar esos mismos desafíos: la capacidad creativa.
Es por ello que, desde hace algunos años, a esa sigla se le sumó la «A», correspondiente a «Artes», logrando así el acrónimo STEAM, con el que es mundialmente conocido este modelo educativo.
La educación STEAM tiene una metodología eminentemente práctica, en la cual se parte de un problema que contextualiza el aprendizaje como forma de despertar el interés de los alumnos, quienes se abocan a buscar las posibles soluciones al mismo. Se trata de desarrollar no un conocimiento «enciclopédico» sino un aprendizaje que les permita desarrollar habilidades ejecutivas y productivas, valorando el progreso por sobre el resultado.
El tener una finalidad concreta genera motivación en los estudiantes, quienes se vuelven protagonistas activos de su educación. Esta es una diferencia clave con el método que se impuso en la pedagogía escolar, en el cual el docente imparte unidireccionalmente conocimientos a los alumnos. En la educación STEAM, el docente actúa como un facilitador y guía, cuyo objetivo primero debe ser velar porque los alumnos comprendan y adopten aquello que es verdaderamente necesario para su formación más allá de sus intereses personales.
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Este método propicia el desarrollo de una visión global necesaria para la solución de problemas complejos. Mediante el método STEAM, los estudiantes deben aprender a analizar todas las caras del problema, las cuales requerirán ser abordadas desde diferentes ámbitos y disciplinas. Esta comprensión de la necesidad de un abordaje multidisciplinario ayuda a los niños y jóvenes a entender la importancia de cooperar y trabajar en equipo.
Existe una gran variedad de herramientas disponibles de gran utilidad para llevar adelante un programa de educación basado en el método STEAM. En la actualidad hay empresas y organizaciones que diseñan no solo software educativo, sino incluso Kits de Robótica enteramente diseñados para escuelas.
La conjunción de uso de tecnología, experimentación científica y desarrollo de las capacidades creativas que implica el uso de estas herramientas y métodos fomenta en los niños y jóvenes indispensables habilidades de pensamiento, las cuales cooperan en el desarrollo de su persona y, como consecuencia de ello, les resultarán de utilidad en cualquier ámbito académico y/o laboral al que se enfrenten en su futuro.
Las oportunidades para brindar a nuestros estudiantes estos beneficios están a nuestra disposición, y depende de quienes estamos a cargo de la gestión de los establecimientos de enseñanza, tanto públicos como privados, de poner este tipo de acciones en práctica.
Hacerlo es no solo una decisión correcta en vista de los resultados que muestra este método de enseñanza, sino también lo adecuado para responder a las reales necesidades a las que nuestros niños y jóvenes tendrán que enfrentar en su futuro.
Fuente: https://www.cronista.com/columnistas/ensenar-para-el-presente-y-el-futuro/